“El arte jamás deja de ser una mentira; cuando es verdad, ya no es arte y aburre, porque la realidad es solo un irremediable absurdo hastío.” (Mario Benedetti)
Aunque el bonsái tiene sus raíces en China y Japón, se ha expandido por todo el mundo, ganando popularidad en diversas culturas y regiones. Esto ha llevado a la creación de comunidades de entusiastas del bonsái en los cinco continentes.
A medida que el interés por el bonsái ha crecido en todo el mundo, también ha ganado reconocimiento como una forma de arte legítima. Los bonsáis se exhiben en museos de arte y jardines botánicos, y se organizan competencias y exposiciones internacionales donde los artistas pueden mostrar su trabajo y ser reconocidos por sus habilidades y creatividad.
El bonsái es un arte que implica la creación y mantenimiento de árboles en miniatura, lo cual es más que simplemente reducir el tamaño de un árbol; también implica capturar la esencia y la grandeza de un árbol grande en un espacio pequeño e incluso representaciones de paisajes naturales en escala reducida.
La miniaturización en el diseño de bonsáis es más que una cuestión de tamaño; es una representación cuidadosamente elaborada del espíritu y la grandeza de la naturaleza.
La creación y el cuidado de bonsáis son prácticas que fomentan la introspección, la creatividad y el respeto por el entorno natural.
Aunque se siguen principios básicos, el diseño de un bonsái también es una forma de expresión personal del diseñador, quien busca capturar la esencia y la belleza de la naturaleza de una manera única.
El simbolismo en los bonsáis trasciende lo estético, reflejando conceptos profundos como la conexión con la naturaleza, el ciclo de vida y la armonía espiritual.
El equilibrio y la armonía son fundamentales en el diseño de bonsáis, ya que contribuyen a crear composiciones estéticamente agradables y visualmente impactantes.
Se busca transmitir una sensación de equilibrio emocional, inspirando calma y serenidad en quien los contempla mediante la distribución de elementos como ramas, follaje, y el tronco, con una relación armoniosa entre la altura y anchura, evitando que una parte del árbol domine sobre las demás.
El espacio vacío entre las ramas y el tronco, conocido como espacio negativo, es tan importante como las partes sólidas del árbol para mantener una sensación de ligereza y fluidez.
Los bonsáis deben seguir un estilo coherente y una forma que se ajuste a la especie y al entorno natural que se pretende representar. El diseño debe tener en cuenta los cambios estacionales, asegurando que el árbol tenga una apariencia armoniosa durante todo el año.
La elección de la maceta (que debe complementar el diseño, creando una unidad visual entre el árbol y su entorno), así como de especies con texturas y colores complementarios contribuye a crear una composición armoniosa y visualmente atractiva.
Observar cómo crecen los árboles en la naturaleza es fundamental para entender y aplicar adecuadamente los principios de equilibrio y armonía, que deben mantenerse a lo largo del tiempo mediante el cuidado regular del bonsái, incluida la poda, el alambrado y el trasplante.
Sin embargo, puede ser necesario corregir y ajustar el diseño al cabo de unos años: el estudio, la práctica y el cuidado continuo son clave para crear y mantener bonsáis que reflejen una armonía duradera y una conexión profunda con la naturaleza.
El contraste y la proporción son elementos esenciales en el diseño de bonsáis que añaden interés visual y profundidad a la composición, permitiendo destacar características particulares del árbol, crear puntos focales y equilibrar la estructura general del bonsái.
Al utilizar el contraste, se pueden resaltar características específicas del árbol y crear puntos focales que capturan la atención del espectador. Se juega con las formas (por ejemplo, ramas rectas y curvas); texturas suaves y rugosas; diferentes variedades tonales entre el follaje, la corteza, las flores y los frutos, etc.
Mantener las proporciones adecuadas entre el tronco, las ramas, el follaje y el contenedor es fundamental para lograr una composición equilibrada y visualmente atractiva en el arte del bonsái.