Este verano ha sido excepcionalmente caluroso en Brunete, con muchos días alrededor de 40ºC y muchas noches por encima de 25ºc, como podéis ver en la siguiente gráfica que muestra las temperaturas diarias.
La humedad relativa bajó del 10% algunos días y en ocasiones no superó el 40%.
Los bonsáis en estas condiciones sufren estrés y el menor fallo en el riego puede tener graves consecuencias. Para evitarlo hemos tenido que poner una malla de sombreo adicional para proteger los caducos más delicados que habitualmente viven con ocultación del 60%.
Por suerte estos rigores parecen haber terminado con la entrada del otoño y los árboles recuperan su actividad y vuelven a crecer, regalándonos nuevos brotes. Debemos vigilar el alambrado para evitar que se clave con este crecimiento.
Con la bajada de las temperaturas y el acortamiento de los días disminuyen las pérdidas de agua, tanto por evaporación desde el sustrato como por transpiración del árbol. Ajustad la frecuencia del riego a las nuevas condiciones, evitando regar sobre mojado y haciéndolo preferentemente por la mañana para que dé tiempo a que el sustrato se seque antes de la noche, evitando el ataque de hongos y permitiendo que las raíces respiren.
En esta época hay que utilizar abonos de bajo contenido en nitrógeno para que el crecimiento no sea excesivo, y con alto contenido en potasio y fósforo, para favorecer la síntesis de azúcares y el crecimiento de las raíces.
El sol ya no es tan fuerte y nuestros árboles lo agradecerán, pues lo necesitan para producir azúcares de cara al invierno, pero tened cuidado con los cambios drásticos: si habéis mantenido los árboles muy sombreados en verano, aún ahora las hojas podrían quemarse.
Algunos árboles se mantendrán activos hasta finales de noviembre, otros empiezan ya a mostrar los colores del otoño, quizá confundidos por la fuerte bajada de las temperaturas en algunas zonas. En el proceso de otoñada las reservas del árbol abandonan las hojas y se concentran en el tronco y las raíces. Cuando empiezan a caer las hojas y ya se puede ver la estructura del árbol es buen momento para pinzar las ramas, particularmente en los arces palmatum que, si esperamos demasiado, lloran por las heridas, perdiendo vigor. No olvidéis poner pasta selladora en las heridas para favorecer su cierre y evitar la entrada de hongos.
También en esta época se puede trabajar la madera muerta y alambrar las ramas (antes de que lleguen las heladas que hacen las hacen quebradizas).
Con el frio disminuye la actividad de los insectos, pero si queréis evitar su aparición en primavera es el momento de tratar los caducos desnudos con un aceite de invierno para matar los huevos. También es buen momento para dar un tratamiento antihongos de tipo preventivo.
Observad los acodos, si ya han echado raíces es el momento de separarlos y plantarlos en una maceta de cultivo con cuidado de sujetarlos bien.
Si vivís en una zona donde no suele helar mucho podréis adelantar los trasplantes a finales de otoño, caso contrario es mejor esperar a finales de invierno.
Si, por el contrario, en vuestra zona hay grandes heladas poned los árboles más delicados a cubierto, en un porche orientado al sur o incluso en un invernadero.
Espero que disfrutéis de los colores de vuestros árboles y de los detalles de su estructura en esta estación maravillosa.