La salud del bonsai depende sobre todo de su vigor (que le permitirá enfrentarse a plagas y condiciones adversas) y este depende fundamentalmente de una buena elección del sustrato (poroso, libre de hongos y nematodos, y con un pH adecuado al árbol), de un riego regular con un agua de calidad adecuada, y de un aporte de nutrientes suficiente, donde aparezcan de manera equilibrada todos los elementos necesarios (evitando el exceso de nitrógeno que atrae plagas) así como sustancias orgánicas húmicas, aminoácidos, extractos de algas, etc.
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