La convivencia con un bonsái, que nos da tantas satisfacciones, es una relación de dependencia. El árbol depende totalmente de su cuidador para beber, para comer, para estar sano e incluso para ponerse guapo. Cuando nos comprometemos a cuidar un árbol en maceta es con todas las consecuencias.
Cuidar un bonsái no es tan difícil, basta con hacer bien ciertas cosas sencillas y el árbol responde agradecido demostrando que está a gusto con nosotros. ¿Cuáles son esas cosas sencillas?
¿Cuál es el clima ideal para un bonsái?
El paso previo es la elección del árbol: siempre será más fácil trabajar a favor de la naturaleza, eligiendo un árbol que se dé bien en nuestra zona climática, antes que empeñarse en cultivar una especie que no es adecuada para nuestro clima.
Si hemos elegido un árbol adaptado a nuestro clima tenemos el 80% del cultivo resuelto, pero aun así puede ser necesario protegerlo de las condiciones extremas de temperatura, viento, y humedad. Olvídese de los bonsáis de interior, en la naturaleza no existen plantas de interior.
¿Cómo regar un bonsái?
El riego es el factor más crítico en el cuidado de un bonsái, ya que en la maceta la cantidad de agua disponible es pequeña, y en periodos calurosos puede faltar en cuestión de horas.
Por el contrario, si nos empeñamos en regar cuando el sustrato está saturado de agua ahogaremos literalmente a las raíces ocasionando su pudrición. El agua de riego debe contener la menor cantidad de calcio posible (idealmente 14-16º de dureza) y preferiblemente un pH ligeramente ácido (5,5-6,5). Generalmente el agua corriente de consumo humano es adecuada para regar un bonsái.
Si se va usted de vacaciones en verano y nadie riega su árbol, cuando regrese estará muerto.
¿Cómo saber si el bonsái necesita agua?
Hay que regar tan pronto como la capa superficial del sustrato esté seca, preferiblemente por la mañana (y a primera hora de la tarde si regamos dos veces al día) para dar tiempo a que baje la humedad antes del anochecer si estamos en un lugar con alta humedad relativa, donde hay riesgo de infecciones de hongos.
Es necesario que el riego llegue a todos los puntos de la maceta y salga abundantemente por los agujeros de drenaje de esta. Si no es así puede ser que el sustrato esté demasiado compacto, lo cual nos indicaría que hay que trasplantar y, en el extremo, sumergir periódicamente la maceta en una bandeja con agua hasta que dejen de salir burbujas de aire.
¿Qué abono o fertilizante es el más adecuado?
Un grave problema que pueden tener los árboles baratos que encontramos en tiendas no especialistas es la calidad del sustrato. En muchos casos vienen plantados en una especie de cieno muy compacto que impide respirar a las raíces (si, las raíces necesitan también aire) y que cuando se seca es muy difícil de regar. Si queremos dar al árbol una oportunidad de supervivencia es imperativo trasplantarlo a un sustrato poroso adecuado para el bonsái, que se humedezca fácilmente y que permita la entrada de aire para oxigenar las raíces.
En la naturaleza los árboles extienden sus raíces para captar los elementos que necesitan, pero en el limitado espacio de una maceta esto no es posible y tenemos que aportar regularmente abonos que contienen los macroelementos que utilizan en mayor cantidad (nitrógeno, fósforo y potasio) y los microelementos restantes.
Hay infinidad de abonos que nos pueden servir. Preferimos los abonos líquidos por su facilidad de uso y porque no dejan residuos que puedan compactar el sustrato. Abonos para bonsái – Hatoen.
No sobrevalore el efecto del abono, solo sirve a las plantas sanas y en crecimiento y por tanto no debe abonarse a plantas débiles o en las dos semanas siguientes a un trasplante. Para la salud de la planta son más importantes otros factores del cultivo como la iluminación, la temperatura, el riego, o la aireación del sustrato que el propio abono.
Trasplantar un bonsái
Los bonsáis deben trasplantarse regularmente, típicamente cada 2 a 5 años, con una frecuencia que depende de la especie de árbol, de su madurez y del deterioro o compactación del sustrato. Una buena indicación para el trasplante es cuando el agua de riego no penetra fácilmente y es necesario regar varias veces para empapar todo el cepellón.
Es necesario utilizar sustratos porosos, adaptados al cultivo de bonsái, cuya composición depende de la especie y edad del árbol y del clima en nuestra zona.
Al trasplantar hay que podar las raíces, caso contrario el cepellón pronto ya no encajará en la maceta correcta y la proporción de raíces finas disminuirá constantemente, debilitando al árbol. Lo normal, después de un trabajo de raíces en un árbol maduro, es trasplantarlo a la misma maceta o a otra de tamaño similar.
Enfermedades y plagas
No se obsesione con las plagas y enfermedades que puedan afectar a su bonsai, un árbol bien cultivado generalmente se mantendrá sano. Si sospecha que su árbol puede tener una enfermedad o plaga consulte con alguien con experiencia.
En los últimos años, por razones de higiene, se han endurecido los criterios para compra de productos fitosanitarios por particulares e incluso se ha prohibido la venta a profesionales de ciertos productos. Los que se pueden comprar libremente suelen ser productos naturales con menor toxicidad y permanencia en el medio ambiente.
Si tiene pocos árboles y aparece pulgón o cochinilla pruebe a mojarse los dedos y eliminarlos manualmente. Repitiendo varios días eliminará la plaga sin necesidad de usar insecticidas.
Cuando termines de trabajar con un árbol desinfecta la herramienta con alcohol para evitar transmitir posibles enfermedades de un árbol a otro y limpia los restos de savia.
Poda y mantenimiento de un bonsái
La formación de un bonsái bien cultivado es el toque final de su belleza. Si tenemos un bonsái maduro, con su forma y personalidad definidas, lo único que deberíamos hacer como aficionado es ayudarle, mediante un mantenimiento adecuado, a avanzar en su evolución. Comprar Bonsáis de Calidad – Hatoen
Si, por el contrario, queremos formar nuestro árbol a partir de un prebonsái en un proyecto que durará varios años, generalmente tendremos varias posibilidades siguiendo la clasificación japonesa de los estilos de bonsái. Comprar Prebonsái – Hatoen
En Hatoen recomendamos a quien empieza en bonsái que compre al principio solamente dos herramientas que le permitirán hacer todos los trabajos de mantenimiento necesarios: una tijera podadora de tamaño medio, que sirve para podar ramas finas y raíces y una podadora cóncava de tamaño medio, imprescindible para realizar unos cortes limpios y ajustados en ramas medias. Herramientas para bonsái – Hatoen
Si quieres ampliar estas nociones y formarte en el cuidado de los bonsáis, te invitamos a participar en una Experiencia Bonsái en nuestro vivero.