Las plantas, producen mediante la fotosíntesis los hidratos de carbono que necesitan ellas (y los animales que dependemos de ellas) a partir de la energía solar y del dióxido de carbono (C02) atmosférico.
El C02 es absorbido por las plantas, y almacenado en forma de materia orgánica (biomasa-madera). El ciclo se completa cuando el C02 regresa a la atmósfera por la respiración de los animales y las plantas, o por oxidación de la materia orgánica.
Todas las plantas absorben CO2 en función de la cantidad de biomasa que producen. Según un estudio elaborado por la Universidad de Sevilla en 2007, los árboles que más CO2 pueden eliminar del ambiente son los pinos, en concreto dos especies muy comunes en España: el pino carrasco (Pinus halepensis) y el pino piñonero (Pinus pinea).
Un kg de biomasa (materia seca) contiene unos 450 g. de carbono, equivalentes a fijar 1575 g de C02 de la atmosfera.
Podríamos pensar que, por su pequeño tamaño, los bonsai producen poca biomasa, pero en Hatoen cultivamos muchos: unos 8.600 en suelo y 4.500 en maceta. Estimamos que en promedio la producción de biomasa seca de los primeros es de 1 kg por árbol y año, mientras que los árboles en maceta producen unos 100 g por árbol y año, totalizando unas 9 ton/año. Los 500 árboles que forman el seto perimetral producirían otras 2 ton/año de biomasa adicionales.
Todos nuestros residuos de biomasa se compostan en el propio vivero, y la mayor parte del carbono contenido en ellos vuelve al suelo en forma de humus para alimentar a nuestros árboles. El total de biomasa producida, traducido a CO2 capturado multiplicando por 3,5, supone unas de 38,5 ton CO2/año.
Según el Banco Mundial, el promedio de emisiones de C02 en 2014 fue 4.9 ton por persona. El rango es muy amplio, ya que va desde 0,1 en varios estados africanos hasta 45,4 ton por persona en Qatar. Lo españoles estamos en la media con 5 ton por persona.
En Hatoen hemos conseguido equilibrar la huella de carbono de siete españoles, toda la familia de las personas que trabajamos en el vivero. A medida que aumentemos nuestra producción, y nuestros árboles vayan madurando, nuestra producción de biomasa irá en aumento y nos permitirá seguir equilibrando la huella de carbono de las personas que se vayan incorporando a nuestro equipo.
Frente al aumento de CO2 en la atmósfera toda piedra hace pared.